miércoles, 27 de mayo de 2015

HISTORIA DE LASTRES Y SU PUERTO


El pueblo de Lastres debe ser destacado en su conjunto por su original configuración y adaptación al tipo de terreno sobre el que está situado, esto le confiere esa belleza tan ampliamente reconocida. Emplazado en una ladera sus calles siguen un particular trazado irregular, salvando una fuerte pendiente que conduce hacia el puerto con tramos
escalonados.
Historia-
El núcleo del hábitat primitivo de Lastres estaba en lo que hoy se conoce con el nombre del "Barrio de los Balleneros". El único acceso al pueblo natural era un peligroso sendero sobre el escarpado acantilado sobre el que hoy ocupa la gran escalinata que baja al puerto. Como otras villas costeras experimentó un gran crecimiento gracias a la abundancia de pesca en su bahía y a la captura de ballenas que pasaban próximas a su costa.


"Con la grasa y el aceite de las ballenas se alumbraron durante muchos años la lámpara de la Catedral de Oviedo, el Convento de Valdedios y las grandes lámparas actuales que presiden el presbiterio de la Iglesia de Lastres." Esta época de esplendor (siglos XVI y XVII) explica la construcción y grandeza de sus casonas, entre las que se encuentra la casa Natal del sabio matemático Agustín de Pedrayes. Muchos visitantes que se atreven a perderse por la Calle Real y las innumerables escaleras del pueblo, se pueden encontrar con plazoletas llenas de encanto, fuentes populares, capillas, todo ello enmarcado en un conjunto arquitectónico popular único.


PUERTO PESQUERO-
Consta que en el año 1611 los pescadores del puerto de Lastres pagaban al cabildo ovetense por cada uno de los vecinos “seis” pescados grandes por cada casa. El puerto de Lastres era muy importante, ya en el S. XVII contaba treinta embarcaciones de distintos portes, destinadas a la pesca de sardinas, besugo, bonito, merluza, ballena y había fábricas de escabeche y arenque, que exportaban a Castilla, cuyas huellas existieron hasta hace poco.


 Lastres tenía 26 buques mayores para el comercio con los puertos de Galicia, Portugal, Andalucía, Amsterdam, Londres, Edimburgo, Burdeos y otros del extranjero; existen varias sociedades mercantiles de diferentes actividades, lonjas y grandes almacenes en el S. XVIII. Con el paso de los años el puerto fue decayendo poco a poco, en todos los sentidos. En el S. XVIII fue el rey Carlos III quien mandó reconstruirlo, pero su orden tampoco sirvió de mucho, hasta el S. XIX con la construcción del muelle (hoy lo vemos ampliado).


Está resguardado por el cabo de Lastres y por un dique con pared de gran altura, lo que garantiza un buen paso y un recinto seguro. En Lastres existe una biblioteca del pescador, con más de 2.000 libros.


CAPILLA Y MIRADOR DE SAN ROQUE-
Situada en el Campo de San Roque, en el promontorio de Punta Misiera. En su interior un retablo fechado en 1620 perteneciente al barroco. La imagen de San Roque es de pequeñas dimensiones fechada a mediados del siglo XVII, de facciones correctísimas, hábito largo, sombrero, bordón y calabaza. A su lado izquierdo el característico perro de San Roque. Un detalle extraño y originalísimo, al perro le falta el pan, no presentando señales de haber perdido esa parte de la escultura.

Fuentes visitadas-

www.colunga.es

joaquinbedia.es/docs/viajes

viernes, 15 de mayo de 2015

LA MIEL


"Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían 4 años de vida : sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres..."


 LOS “Cortinos” son antiguas construcciones de planta circular con altos muros de piedra destinados a proteger los colmenares de los ataques del oso. Este tipo de construcciones son comunes en el occidente asturiano donde la apicultura tuvo un mayor desarrollo, siendo especialmente abundantes en el concejo de Ibias. Los “talameiros”, mucho menos frecuentes, tenían la misma función y consistían en construcciones ortogonales En el interior de los cortinos, generalmente en terrazas que se adaptaban a la topografía del terreno, se colocaban los “truébanos”, colmenas tradicionales fabricadas con troncos huecos de castaño y corteza de alcornoque.


Las abejas construían en su interior sus panales de miel protegidas del frío durante el invierno o del fuerte calor del verano. Una gran losa de piedra era utilizada como tapa de los trúebanos para evitar que entrara el agua de la lluvia. No hace más de veinte años, miles de estas colmenas estaban distribuidas por las montañas donde habitaba el oso. Este antiguo sistema de explotación apícola data de la época romana en la que tras la conquista de la Península Ibérica, fueron introducidas las técnicas para la cría de las abejas y la extracción de la miel, perdurando en algunas montañas hasta la actualidad. Por desgracia, la mayoría de estas viejas construcciones de piedra permanecen hoy día abandonadas en la montaña y sus muros se van desmoronando poco a poco.


LOS ABEYEIROS-
Los apicultores del occidente asturiano, denominados abeyeiros, eran auténticos profesionales que podían explotar cientos de truébanos en varios cortinos de los alrededores. Tenían totalmente perfeccionado el procedimiento de extracción de la miel de manera que no afectara a la supervivencia de sus colonias. El proceso, denominado castrar o esmielgar, consistía en extraer con la esmielgadora el excedente de miel de cada truébano respetando a las abejas y a su cría Sin embargo el resto de Asturias practicaba una “depredación controlada”.


 Los escasos apicultores explotaban pocos truébanos –o caxellos en el oriente- colocados junto a las dependencias de la casería. Los enjambres que eran capturados en primavera se mataban a finales del verano para obtener miel. Hemos recogido testimonios de sistema en el concejo de Somiedo, donde, envueltos en una sábana, llevaban los truébanos al río para matar a las abejas y extraer la miel sin dificultades.


El censo más antiguo que poseemos de colmenas en Asturias data del siglo XVIII; se trata del Catastro del Marqués de la Ensenada, censo con afán recaudatorio realizado en 1752 por medio de encuestas. Este catastro estimaba que el censo de colmenas rondaba las 65.000. En aquellos años, las abejas silvestres poblaban todo el territorio. Hoy día existen censadas en la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente del Principado de Asturias 24.000 colmenas, localmente muy concentradas, y con la abeja silvestre prácticamente desaparecida.


* ABEYA: Abeja
• ABEYA MAESTRA: Reina.
• ABEYERA: Melisa officinalis, melisa. Planta con olor a limón que se creía atraía a los enjambres
• ABEYERU, ABEYEIRO O ABEYISTA: Apicultor
• ALDO: Movimiento de orientación de las abejas
• AFUMADOR, FUMERU O BOTAFUMEIRO: Ahumador
• BÁZCARU: Zángano
• CALDUYA: Tapa del truébano fabricada con madera o corteza
• CAPAR: Dividir una colmena
• CASTRAR O ESMIELGAR: Extraer de la colmena parte de los panales con miel
• CAXELLU, TRUÉBANU O CUBU: Colmena tradicional
• CORTÍN O CORTIXU: Colmenar cerrado de piedra para proteger las colmenas del oso
• ENSAME: Enjambre
• ESMIELGADORA: Cuchillo especial para castrar las colmenas
• MIELERU: Persona que vende miel
• SETA: Panal
• TALAMEIRO: Colmenar de piedra de planta cuadrada.

 Fuente visitada.www.fapas.es

miércoles, 6 de mayo de 2015

RUTA DE LOS MOLINOS DEL RÍU PROFUNDU - Villaviciosa -


Una de las Rutas más atractivas y recomendables de Villaviciosa. Aúna disfrute paisajístico y el descubrimiento etnográfico, con los vestigios de la llamada 'cultura del pan' en torno a lo que fuera una intensa actividad molinera, extinguida hace más de medio siglo.


Hasta 22 molinos de agua -en distinto estado de conservación- se contabilizan en 7 kms. de tramo de singular belleza, cobijados por el bosque de ribera. La importancia del Ríu Profundu y la senda radica en esa intensa actividad de la molienda que en otro tiempo llegó a funcionar en tan corto tramo de río. Su estudio y puesta en valor en la última década se debe en gran medida al investigador y etnógrafo villaviciosino Rafael Balbín Loredo, autor de una completa Guía de la zona.


 La visita a la ruta de los molinos del Río Profundu la iniciamos desde el barrio de Valbúcar (Amandi) para ir remontando el río hasta el barrio de Buslaz (Breceña). Aunque también se puede hacer desde esta última localidad para ir siguiendo el río hasta su desembocadura en el río Viacaba.



Fuente www.turismovillaviciosa.es